A través de la filmografía de, primero, Conchita, y después, Concha Velasco, se puede hacer no solo una radiografía de la evolución del audiovisual español desde el cine de los años cincuenta al del nuevo milenio, pasando por las películas del desarrollismo o de la transición, y lo mismo con los dramáticos televisivos o las series. También se puede contemplar la evolución de Madrid, en su arquitectura, movilidad y modas, resultando todas estas producciones, auténticos documentos.
La actriz española de mayor importancia en estas últimas siete décadas, tan vinculada a la Comunidad de Madrid, merecía un recuerdo en forma de ruta audiovisual, que evoque tantas producciones en las que brilló con luz propia, como la estrella que siempre fue. De Conchita a Concha Velasco, siempre en el corazón de los madrileños.
Vallisoletana de nacimiento, madrileña de adopción. Conchita, Concha, doña Concha, Concepción Velasco Varona ha desarrollado la gran mayoría de su enorme producción cinematográfica y televisiva en la Comunidad de Madrid.
Las imágenes más icónicas de su filmografía están ambientadas en Madrid y su territorio, magnífico escenario para cumplir los sueños de una de las más completas y queridas actrices de nuestra cultura. Y la primera película en la que se piensa cuando se habla de Concha es, inevitablemente, Las chicas de la Cruz Roja. En ese clásico de 1958 ya se ve a nuestras cuatro chicas favoritas en un descapotable recorriendo la Gran Vía de Madrid, desde la Plaza de España hasta Callao. Numerosas calles, plazas, o monumentos madrileños, y hasta el Parque de atracciones, se pueden contemplar en títulos como Los tramposos, Me debes un muerto o El día de los enamorados, destacando la dramática despedida de Tormento en la Estación de Delicias.
Conchita Velasco se convierte en un referente debido a sus apariciones en producciones que traen frescura y simpatía a un cine que estaba demasiado inmerso en las gestas históricas y los dramas de calidad.
Con Las chicas de la Cruz Roja, Conchita irrumpe con fuerza en el panorama audiovisual asentándose en un tipo de comedia -popular, moderna, colorida y alegre- que trae alegría y esperanza a los cines del país durante la década de los 60. El día de los enamorados, Los tramposos, Los que tocan el piano, Crimen para recién casados, Amor bajo cero...
Destacan dos películas de esta época importantes por su enorme calado. La verbena de la Paloma, por su significación con Madrid. Y otra, por lanzar al estrellato definitivamente a Conchita con su canción más emblemática: Historias de la televisión. Son películas de exteriores, en mayor o menor medida, donde ese Madrid cambiante, que crece, que se alegra poco a poco y que pasa del blanco y negro al color, queda patente tras la siempre bella y risueña sonrisa de nuestra querida "Chiti".
Con Tormento y Pim, pam, pum... ¡Fuego!, ambas dirigidas por Pedro Olea, Conchita pasa a ser doña Concha. Llegan los dramas a la cinematografía de la Velasco. Dramas dirigidos por los grandes directores de la nueva época (Drove, García Sánchez, Lazaga, Regueiro, Camino, Bodegas, Camus, Fons...) como Las bodas de Blanca, Las largas vacaciones del 36, Libertad provisional, Esposa y amante o Jaque a la dama.
En ellas, Concha muestra en cine lo que ya enseña en teatro: su enorme versatilidad, su variedad de registros, su facilidad para ya no solo enamorarnos y hacernos reír, sino para también emocionarnos y ponernos la cara de Madrid. Uno de los mejores exponentes de esta época es La colmena, ese Madrid de Cela. En esta etapa vemos con los ojos de Concha el Madrid de Galdós para terminar con el de don Camilo.
En esta última etapa, con la llegada de las televisiones privadas, para las que Concha realiza algunas series de bastante popularidad, la producción cinematográfica de nuestra querida actriz se reduce. No obstante, algunas películas muy queridas por el público de esta época incluyen producciones como Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, Esquilache, Chuecatown, Enloquecidas o, la más reconocida porque le supuso nominación a los Premios Goya en la categoría de Mejor Actriz Protagonista, Más allá del jardín.
Es en la televisión donde Concha realiza más trabajos en estas últimas décadas. Series como Herederos, Gran Hotel, Mamá quiere ser artista, Motivos personales o Las chicas de oro, cuentan con ella. Sin olvidar su mejor trabajo: Teresa de Jesús.
